20 de enero de 2021

 

24 de enero, un Domingo dedicado a la Palabra de Dios

Dedicar un domingo completamente a la Palabra de Dios. Con esta intención estableció el papa Francisco el Domingo de la Palabra de Dios. Una Jornada que la Iglesia celebra el III Domingo del Tiempo Ordinario, en esta ocasión, será el 24 de enero. El tema de este año está tomado de la Carta de San Pablo Apóstol a los Filipenses: ¡Mantengan firme la Palabra de la Vida! (cf. Fil 2, 16).

¡Qué hermosos son sobre los montes los pies del mensajero que proclama la paz, que anuncia la buena noticia, que pregona la justicia, que dice a Sión “Tu Dios reina” (Is 52,7). Esto es lo que pretende ser el Área de Pastoral Bíblica, recientemente creada en la Conferencia Episcopal Española e insertada en la Comisión de Evangelización, Catequesis y Catecumenado. Ninguno de estos tres grandes procesos en la Pastoral de la Iglesia se pueden entender sin la referencia en su origen, desarrollo y destino, a la Sagrada Escritura como Palabra de Dios dirigida a los hombres y mujeres de hoy en su contexto.

A la luz de la Dei Verbum n. 2, comprendemos que Dios, en su infinita misericordia, desveló su plan de salvación a la humanidad entera, esperando de cada ser humano la respuesta de la fe, es decir, la adhesión personal al Dios Padre de nuestro Señor Jesucristo. En ese encuentro entre Dios y el hombre se produce el misterio, que no es la realidad incomprensible a la mente humana (concepción greco-latina), sino que, siguiendo la concepción bíblica (semita) un misterio se da cuando la historia de Dios se inserta en la historia humana. Podemos decir que en el diálogo entre Dios y el hombre, Jesucristo es la Palabra.

Después de cincuenta y cinco años de la clausura del Vaticano II, y como expresión de esa nueva sensibilidad conciliar, podemos decir que la Iglesia ha dado pasos bien significativos en la tarea de dar a conocer la Palabra de Dios. Pensamos tanto en la revisión de la Liturgia de la Palabra en la celebración de la Eucaristía y la presencia de la Escritura en todos los sacramentos, los catecismos y en los diversos itinerarios catequéticos, así como en la publicación de numerosas traducciones de la Biblia, la divulgación de los materiales orientados a distintos ámbitos de la animación bíblica de la pastoral y los innumerables proyectos de lectura creyente de la Biblia en diócesis, parroquias y comunidades.

El texto elegido para esta Jornada se corresponde con uno de los versículos del evangelio propio de ese Domingo (Mc 1,14-20). Juan Bautista ha sido arrestado en la cárcel de Maqueronte y Jesús, en los primeros compases de su vida pública, tras el bautismo y lleno del Espíritu Santo, comienza su misión: “está cerca el reino de Dios”. Reino que consiste en acoger la buena noticia, el evangelio, de que todos somos hermanos (fraternidad), porque tenemos un solo Padre (filiación) y tenemos que amarnos más, mejor y de otra manera (Mandamiento nuevo). Al inicio del Tiempo Ordinario, nos ponemos a la escucha de la llamada del Señor que, como a los discípulos de la primera hora, nos sigue haciendo a cada uno de nosotros para implicarnos en la construcción del reino.

Nos unimos al deseo del papa Francisco quien, al final de su Carta apostólica Aperuit illis, expresa “que el Domingo dedicado a la Palabra haga crecer en el pueblo de Dios la familiaridad religiosa y asidua con la Sagrada Escritura, como el autor sagrado lo enseñaba ya en tiempos antiguos: esta Palabra “está muy cerca de ti: en tu corazón y en tu boca para que la cumplas” (Dt 30,14).







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