PREPARANDO NUESTRO
CORAZÓN PARA CUIDAR EL
NACIMIENTO DEL NIÑO JESÚS
ENTRE NOSOTROS
Te invitamos a leer estas palabras del Papa Francisco:
"En las casas de los cristianos, durante el tiempo de Adviento, se prepara el pesebre, según la tradición que se remonta a San Francisco de Asís. En su simplicidad, el pesebre transmite esperanza; cada uno de los personajes está inmerso en esta atmósfera de esperanza.
Antes que nada notamos el lugar en el cual nace Jesús: Belén. Un pequeño pueblo de Judea donde mil años antes había nacido David, el pastor elegido por Dios como rey de Israel.
Belén no es una capital, y por esto es preferida por la providencia divina, que ama actuar a través de los pequeños y los humildes. En aquel lugar nace el “hijo de David” tan esperado, Jesús, en el cual la esperanza de Dios y la esperanza del hombre se encuentran.
Luego, miramos a María, Madre de la esperanza. Con su “si” abrió a Dios la puerta de nuestro mundo: su corazón de joven estaba lleno de esperanza, completamente animada por la fe; y así Dios la ha elegido y ella ha creído en su palabra.
Aquella que durante nueve meses ha sido el arca de la nueva y eterna Alianza, en la gruta contempla al Niño y ve en Él el amor de Dios, que viene a salvar a su pueblo y a la entera humanidad".
"Pidamos al Señor la gracia especial de vivir en esta ocasión la espera del Señor que viene como esperaba la Virgen María el nacimiento de su Niño Jesús. Ella, con su ejemplo y sus palabras, nos puede ayudar a introducirnos en el misterio revelado en Navidad".
Vivamos en plenitud este tiempo de Navidad, centrando nuestra mirada en la esperanza y alegría por el nacimiento de Jesús; apartando de nuestro lado preocupaciones materiales que nos alejan del verdadero espíritu navideño.
Propósito
Necesitamos "preparar el camino del Señor y allanar sus senderos"; o sea, rectificar todo aquello que tiene que ser corregido para que, cuando Cristo venga, nos encuentre con el alma limpia por la gracia y con el corazón bien dispuesto. Entonces la Navidad dejará de ser una fiesta más o un bello folklore religioso, para adquirir su verdadero sentido en nuestra vida. Sólo si Cristo nace en nuestro corazón, la Navidad tendrá un valor y comenzaremos a vivir el cielo en la tierra.
Diálogo con Cristo
Jesús, hazme darme cuenta de que de nada sirve la fama, ni los poderes, ni los bienes; que lo único que importa es permanecer unido a tu gracia y realizar la misión, así como lo hizo Juan el Bautista, María, José y como lo han hecho tantos hombres y mujeres que se han decidido a seguirte.
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