24 de diciembre de 2020

 

FELICITACIÓN DEL PÁRROCO 

A TODOS LOS FIELES

En estas fiestas tan entrañables que celebramos todos los años, el Nacimiento de nuestro Señor Jesucristo, me dirijo a vosotros para manifestar a todos mi deseo de prosperidad, fe, esperanza, alegría y paz en estos días y año nuevo que en unos días vamos a estrenar.

Este año 2020 ha sido un año muy difícil para todos, y nunca se nos olvidará los malos momentos vividos por la enfermedad de la covid-19.  Están en nuestro recuerdo las personas que han fallecido, están enfermas y todo el personal de los centros hospitalarios, todos los que de una manera u otra se han volcado por su trabajo y entrega. 

Ante la crisis sanitaria y económica que se está viviendo, la Parroquia también ha sufrido mucho por el tiempo que han estado cerradas nuestras iglesias, sin poder realizar misas, bodas, y retrasar comuniones, bautizos, la dureza de los funerales en la puerta del cementerio y sobre todo la no asistencia de muchos feligreses, entre ellos nuestros mayores, por la prevención, ¡os echamos mucho de menos! Sí que a través de los Medios de Comunicación se han retransmitido Misas, y esto es muy de agradecer, pero la cercanía y la presencia de todos los fieles es lo que hace comunidad, hace Iglesia. Poco a poco hemos ido abriendo los templos para celebrar las eucaristías e iniciando la catequesis, pero todavía está lejana la conocida como normalidad.

Ha sido un año marcado por la pandemia de la covid-19 y que a su paso ha dejado muerte, enfermedad, paro y desolación, pero somos un pueblo de Esperanza  y confío en que el Niño traiga con su nacimiento "paz y felicidad al mundo". No lo olvidemos, en tiempos de pandemia, hoy vuelve a nacer Jesús, es Navidad. 

Esos buenos deseos están en el corazón de toda persona; en efecto, es propio de la naturaleza humana desear lo mejor para uno mismo y para aquellos con los cuales nos unen lazos de amistad fuertes, gracias por todo el trabajo y esfuerzo que habéis realizado muchos de vosotros para intentar volver a vivir la fe en la parroquia, por ser mi apoyo y ayuda, lo he necesitado mucho y sigo necesitando de vuestra oración y cercanía.

Lo que vamos a celebran estos días nos da la llave para poder alcanzar la verdadera prosperidad, fe, esperanza, alegría y paz: Jesucristo. Nuestra unión con Él y la comunión de los demás con su Persona es precisamente lo que nos proporciona aquello que más buscamosÉste es el ejemplo de los santos y el testimonio de tantos antepasados nuestros.

Os deseo de todo corazón a Jesucristo y la amistad con Él. Así, debemos desear también para los demás este regalo que nos hace la Iglesia a cada uno de nosotros; deseamos para los demás el don del Señor cuando rezamos por ellos, transmitiendo con paciencia la fe a los hijos, procurando su educación en la catequesis en la familia y parroquia, visitando a Jesús en el Sagrario, escuchando su Palabra cada domingo en la celebración de la Misa, acudiendo e invitando a los demás a recibir el perdón de los pecados, atendiendo a nuestros hermanos necesitados con generosidad,…Esta es la mejor forma de querer de verdad a los demás, porque queremos para ellos lo mejor que tenemos y hemos conocido: al Hijo de Dios.

La consecuencia de todo esto es clara: podremos vivir la comunión verdadera entre nosotros y en nuestras familias a pesar de las dificultades por la que estamos atravesando. Nuestra parroquia será –con mayor razón- una gran familia que se quiere y sabe estar solícita para dar y perdonar. Éste es el rostro de la Iglesia, nuestra Madre que quiere acoger a aquellos que andan extraviados, como ovejas sin pastor. Que sepamos mostrar el rostro auténtico de esta Madre que nos cuida y alienta para que demos testimonio de los que hemos visto y oído, como los pastores en Belén.

Recibid todos un cariñoso saludo en el Señor y María nuestra Madre. FELIZ NACIMIENTO DE NUESTRO SALVADOR.

José Manuel Martínez Rosique

Párroco.



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