21 de noviembre de 2020

 


Fiesta de la medalla Milagrosa

Fragmento destacado de la Web

El dogma de fe de la «Inmaculada Concepción» fue declarado, por el Papa Pío IX; en el año 1854.
En el año 1894, se estableció el día 27 de noviembre para la festividad de la Manifestación de la Inmaculada Virgen de la Medalla Milagrosa.

LA VIRGEN DE LA MEDALLA MILAGROSA

El 27 de noviembre de 1830 la Virgen Santísima se apareció a Santa Catalina Labouré, humilde religiosa vicentina, y se le apareció de esta manera: La Virgen venía vestida de blanco. Junto a Ella había un globo luciente sobre el cual estaba la cruz. Nuestra Señora abrió sus manos y de sus dedos fulgentes salieron rayos luminosos que descendieron hacia la tierra. María Santísima dijo entonces a Sor Catalina:

«Este globo que has visto es el mundo entero donde viven mis hijos. Estos rayos luminosos son las gracias y bendiciones que yo expando sobre todos aquellos que me invocan como Madre.

Me siento tan contenta al poder ayudar a los hijos que me imploran protección. ¡Pero hay tantos que no me invocan jamás! Y muchos de estos rayos preciosos quedan perdidos, porque pocas veces me rezan».

Entonces alrededor de la cabeza de la Virgen se formó un círculo o una aureola con estas palabras: «Oh María sin pecado concebida, rogad por nosotros que recurrimos a Vos».

Y una voz dijo a Catalina: «Hay que hacer una medalla semejante a esto que estas viendo. Todas las personas que la lleven, sentirán la protección de la Virgen», y apareció una M, sobre la M una cruz, y debajo los corazones de Jesús y María. Es lo que hoy está en la Medalla Milagrosa.

El Arzobispo de París permitió fabricar la medalla tal cual había aparecido en la visión, y al poco tiempo empezaron los milagros. (lo que consigue favores de Dios no es la medalla, que es un metal muerto, sino nuestra fe y la demostración de cariño que le hacemos a la Virgen Santa, llevando su sagrada imagen).

ORACIÓN A LA VIRGEN DE LA MEDALLA MILAGROSA

Oh María de la Medalla Milagrosa, se mi escudo y protección contra todo mal, que mi alma a través de tu medalla permanezca unida a Ti Madre Milagrosa. Que tu santa medalla me libre de todo mal y peligro, que tu santa medalla me proteja de toda enfermedad.

Que al invocar tu santa oración, oh María, sin pecado concebida, ruega por nosotros que recurrimos a ti, sea yo, mi familia y mis seres queridos protegidos de la muerte imprevista.

Oh María de la Medalla Milagrosa proteje mi hogar de todo desastre natural, mi vida espiritual y todo mi ser, ampárame con tu medalla.

Dichoso aquel que lleve tu medalla porque prometiste una gran bendición.

Amén.




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