El próximo jueves, 2 de febrero, celebramos la festividad de la Candelaria, durante mucho tiempo en nuestra parroquia se presentaban a los bebés que durante el pasado año habían recibido su bautismo, ese día eran presentados al Señor y recibían su bendición.
Desde nuestra comunidad parroquial queremos retomar esta costumbre, un poco olvidada, y ya durante varios años estamos volviendo a recuperarla, para ello, enviamos una carta a los papás de los bebés que durante el pasado 2016 recibieron el Sacramento del Bautismo. La carta que reciben en su domicilio les invita a acudir con sus hijos ese día al Templo de Ntra. Sra. de la Merced para que sus bebés sean presentados ante el Señor, como ya hemos dicho.
Queremos aprovechar para intentar explicarles la importancia, algo desconocida, de esta festividad. Vamos a comenzar... En tiempo de Jesús, la ley prescribía en el Levítico que toda mujer debía presentarse en el templo para purificarse a los cuarenta días que hubiese dado a luz. Si el hijo nacido era varón, debía ser circuncidado a los ocho días y la madre debería permanecer en su casa durante treinta y tres días más, purificándose a través del recogimiento y la oración.
Una vez cumplida la fecha, acudía en compañía de su esposo a las puertas del templo para llevar una ofrenda: un cordero y una paloma o tórtola. Con respecto al niño, todo primogénito debía ser consagrado al Señor, en recuerdo de los primogénitos de Egipto que había salvado Dios. Lo mismo pasaba con los animales primogénitos.
José y María llevaron a Jesús al templo de Jerusalén. Como eran pobres, llevaron dos palomas blancas. Al entrar al templo, el anciano Simeón, movido por el Espíritu Santo, tomó en brazos a Jesús y lo bendijo diciendo que Él sería la luz que iluminaría a los gentiles. Después, le dijo a María que una espada atravesaría su alma, profetizando los sufrimientos que tendría que afrontar y fue purificada por la oración del Bendito Simeón en presencia de Ana la profetisa.
Esta fiesta cierra el ciclo de Navidad y se celebra exactamente a los cuarenta días del 25 de diciembre. A mediados del siglo V se celebraba con luces y tomó el nombre y color de "la fiesta de las luces"
Hasta el Concilio Vaticano II se celebraba como fiesta principalmente mariana, pero desde entonces ha pasado a ser en primer lugar Cristológica, ya que el principal misterio que se conmemora es la Presentación de Jesús en el Templo y su manifestación o encuentro con Simeón. El centro, pues, de esta fiesta no sería María, sino Jesús. María entra a formar parte de la fiesta en cuanto lleva en sus brazos a Jesús y está asociada a esta manifestación de Jesús a Simeón y a la anciana Ana.
Hasta el siglo VII no se introdujo esta fiesta en la liturgia de Occidente. Al final de este siglo ya estaba extendida en toda Roma y en casi todo Occidente. En un principio, al igual que en Oriente, se celebraba la Presentación de Jesús más que la Purificación de María.
Por lo tanto, en este día se celebraban varias acontecimientos importantes:
- PRESENTACIÓN DEL NIÑO JESÚS AL TEMPLO, nosotros lo festejamos llevando a los bebés que han entrado a formar parte de la Familia de la Iglesia, a través del bautismo en el pasado año, y ese día se presentarán ante el Señor recibiendo su bendición.
- SE RECUERDAN LAS PALABRAS DEL ANCIANO SIMEÓN para ello acudiremos a la celebración de la Santa Misa llevando candelas (velas) que serán bendecidas solemnemente por el párroco, las cuales simbolizan a Jesús como luz de todos los hombres. De aquí viene el nombre de la “Fiesta de las candelas” o el “Día de la Candelaria”.
- TAMBIÉN SE CELEBRA LA JORNADA MUNDIAL DE LA VIDA CONSAGRADA, que tiene lugar por primera vez el 2 de febrero de 1997, donde tuvo como objetivo ayudar a toda la Iglesia a valorar cada vez más el testimonio de quienes han elegido seguir a Cristo de cerca mediante la práctica de los consejos evangélicos y, al mismo tiempo, quiere ser para las personas consagradas una ocasión propicia para renovar los propósitos y reavivar los sentimientos que deben inspirar su entrega al Señor.
Por todo ello, en primer lugar, nuestro párroco junto con el equipo de Cursillos Prematrimoniales y de Pastoral de la Familia y la Vida de la parroquia, quieren reiterarles la invitación que han hecho a los papás de los bebés que durante el pasado 2016 hayan recibido el Sacramento del Bautismo, a que acudan y presenten a sus hijos ante el Señor, así como hacer extensible esta invitación a todos los fieles de nuestra parroquia para que les acompañen en esta emotiva festividad, celebrándose para ello una Eucaristía, presidida por nuestro párroco, Rvdo. Sr. D. José Manuel Martínez Rosique, y organizada por los miembros del Equipo de Pastoral de la Familia y la Vida, el próximo jueves, 2 de febrero, a las 19:00h, en el Templo de Ntra. Sra. de la Merced.
¡Os esperamos!
Desde nuestra comunidad parroquial queremos retomar esta costumbre, un poco olvidada, y ya durante varios años estamos volviendo a recuperarla, para ello, enviamos una carta a los papás de los bebés que durante el pasado 2016 recibieron el Sacramento del Bautismo. La carta que reciben en su domicilio les invita a acudir con sus hijos ese día al Templo de Ntra. Sra. de la Merced para que sus bebés sean presentados ante el Señor, como ya hemos dicho.
Queremos aprovechar para intentar explicarles la importancia, algo desconocida, de esta festividad. Vamos a comenzar... En tiempo de Jesús, la ley prescribía en el Levítico que toda mujer debía presentarse en el templo para purificarse a los cuarenta días que hubiese dado a luz. Si el hijo nacido era varón, debía ser circuncidado a los ocho días y la madre debería permanecer en su casa durante treinta y tres días más, purificándose a través del recogimiento y la oración.
Una vez cumplida la fecha, acudía en compañía de su esposo a las puertas del templo para llevar una ofrenda: un cordero y una paloma o tórtola. Con respecto al niño, todo primogénito debía ser consagrado al Señor, en recuerdo de los primogénitos de Egipto que había salvado Dios. Lo mismo pasaba con los animales primogénitos.
José y María llevaron a Jesús al templo de Jerusalén. Como eran pobres, llevaron dos palomas blancas. Al entrar al templo, el anciano Simeón, movido por el Espíritu Santo, tomó en brazos a Jesús y lo bendijo diciendo que Él sería la luz que iluminaría a los gentiles. Después, le dijo a María que una espada atravesaría su alma, profetizando los sufrimientos que tendría que afrontar y fue purificada por la oración del Bendito Simeón en presencia de Ana la profetisa.
Esta fiesta cierra el ciclo de Navidad y se celebra exactamente a los cuarenta días del 25 de diciembre. A mediados del siglo V se celebraba con luces y tomó el nombre y color de "la fiesta de las luces"
Hasta el Concilio Vaticano II se celebraba como fiesta principalmente mariana, pero desde entonces ha pasado a ser en primer lugar Cristológica, ya que el principal misterio que se conmemora es la Presentación de Jesús en el Templo y su manifestación o encuentro con Simeón. El centro, pues, de esta fiesta no sería María, sino Jesús. María entra a formar parte de la fiesta en cuanto lleva en sus brazos a Jesús y está asociada a esta manifestación de Jesús a Simeón y a la anciana Ana.
Hasta el siglo VII no se introdujo esta fiesta en la liturgia de Occidente. Al final de este siglo ya estaba extendida en toda Roma y en casi todo Occidente. En un principio, al igual que en Oriente, se celebraba la Presentación de Jesús más que la Purificación de María.
Por lo tanto, en este día se celebraban varias acontecimientos importantes:
- PRESENTACIÓN DEL NIÑO JESÚS AL TEMPLO, nosotros lo festejamos llevando a los bebés que han entrado a formar parte de la Familia de la Iglesia, a través del bautismo en el pasado año, y ese día se presentarán ante el Señor recibiendo su bendición.
- SE RECUERDAN LAS PALABRAS DEL ANCIANO SIMEÓN para ello acudiremos a la celebración de la Santa Misa llevando candelas (velas) que serán bendecidas solemnemente por el párroco, las cuales simbolizan a Jesús como luz de todos los hombres. De aquí viene el nombre de la “Fiesta de las candelas” o el “Día de la Candelaria”.
- TAMBIÉN SE CELEBRA LA JORNADA MUNDIAL DE LA VIDA CONSAGRADA, que tiene lugar por primera vez el 2 de febrero de 1997, donde tuvo como objetivo ayudar a toda la Iglesia a valorar cada vez más el testimonio de quienes han elegido seguir a Cristo de cerca mediante la práctica de los consejos evangélicos y, al mismo tiempo, quiere ser para las personas consagradas una ocasión propicia para renovar los propósitos y reavivar los sentimientos que deben inspirar su entrega al Señor.
Por todo ello, en primer lugar, nuestro párroco junto con el equipo de Cursillos Prematrimoniales y de Pastoral de la Familia y la Vida de la parroquia, quieren reiterarles la invitación que han hecho a los papás de los bebés que durante el pasado 2016 hayan recibido el Sacramento del Bautismo, a que acudan y presenten a sus hijos ante el Señor, así como hacer extensible esta invitación a todos los fieles de nuestra parroquia para que les acompañen en esta emotiva festividad, celebrándose para ello una Eucaristía, presidida por nuestro párroco, Rvdo. Sr. D. José Manuel Martínez Rosique, y organizada por los miembros del Equipo de Pastoral de la Familia y la Vida, el próximo jueves, 2 de febrero, a las 19:00h, en el Templo de Ntra. Sra. de la Merced.
¡Os esperamos!