15 de diciembre de 2020

 Adviento 2020       Para cada semana...



Semana 3

Seguimos en el tiempo de Adviento y en esta tercera semana vamos celebrando como la venida del Señor está cada vez más cerca. Así nos dirá el profeta Isaías “mirad a vuestro Dios, viene en persona”, esta es una noticia para la alegría y la fiesta. Este tiempo de Adviento, de espera nos demanda que nuestra existencia contagie el deseo de vida y de plenitud. Jesús nos invita siempre a ser luz del mundo.

Vimos su estrella en el oriente y venimos a rendirle homenaje. (Mt 2, 11).

En la belleza del mundo, en su misterio, en su grandeza y en su racionalidad no podemos menos de leer la racionalidad eterna, y no podemos menos de dejarnos guiar por ella hasta el único Dios, creador del cielo y de la tierra. Si tenemos esta mirada, veremos que el que creó el mundo y el que nació en una cueva en Belén y sigue habitando entre nosotros en la Eucaristía son el mismo Dios vivo, que nos interpela, nos ama y quiere llevarnos a la vida eterna.

BENEDICTO XVI. Basílica Vaticana. Santa misa en la solemnidad de la Epifanía del Señor. Jueves 6 de enero de 2011


CANTO: Despiértame – Ixcís (Cristóbal Fones, SJ)


Abre tu puerta

Señor:
Tú llegas a nuestro mundo
y nos invitas a abrir la puerta
de nuestro corazón
a todos los hombres.

Tú ya nos dijiste
que eres Tú quien viene
cuando alguien llama
a nuestra puerta.

Tu palabra es ésta:
“He aquí que estoy a la puerta y llamo.

Si alguno oye mi voz
y abre la puerta,
Yo entrará y cenaré con él
y él conmigo”.

Señor:
que sepamos escuchar tu voz,
esa voz que nos llega
por nuestros hermanos.

Que abramos la puerta
para acogerte a Ti,
y en Ti a todos los hombres.

Para nuestra reflexión

Un nuevo Reino está llegando y con él la vida. En esta tercera semana de Adviento celebramos el domingo de la alegría. No se trata de una alegría superficial y pasajera sino de un sentimiento hondo de plenitud y de dicha que convierte lo más profundo de nuestro ser.

¿Crees que el Señor puede transformar y dar sentido a tu vida? ¿De qué manera soy un signo del Reino? ¿Cómo es mi alegría? ¿Quiénes forman parte de mi alegría?





Señor Jesús, 
con humildad de pedimos que nos capacites para ser fieles testigos de ti, 
que eres La Luz. 
Danos la fuerza de tu Espíritu, 
para que amando como tú, 
entregando la vida en servicio, 
perdonando setenta veces siete, 
amando al que nos ofende, 
yendo por el mundo derramando misericordia sin límite, glorifiquemos a nuestro Padre y seamos invitación viviente para seguirte. 
Amén.





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