25 de mayo de 2020

Ejercicio del Mes de las Flores - Día 25

     Devoción Ejercicio del Mes de las Flores 

Esta devoción puede realizarse o bien por la mañana o por la tarde. Cada uno que la realice según el momento del día más conveniente. 

CÁNTICO: «VENID Y VAMOS TODOS»
Venid y vamos todos con flores a porfía
con flores a María
que Madre nuestra es.

De nuevo aquí nos tienes purísima doncella
más que la luna bella postrados a tus pies.


A ofrecerte venimos flores del bajo suelo
con cuánto amor y anhelo Señora Tú lo ves.


ORACIÓN PARA TODOS LOS DÍAS

         Señora y Madre Nuestra de la Esperanza, venimos a tu presencia, al finalizar (comenzar)  este día del mes de las flores, a presentar delante de tu Imagen las flores de nuestro cariño.

         Deseamos que este día haya transcurrido (transcurra) todo él bendiciendo y alabando al Señor y realizando su voluntad bajo tu mirada.

         Ayúdanos tú, Virgen nuestra, a realizar estos nuestros deseos, ya que en tu vida siempre realizaste la voluntad de Dios. Tú sabes que somos débiles, pero contamos con tu ayuda valiosa.

         Al acercarnos a ti durante este mes de mayo, te pedimos, Madre nuestra, que las reflexiones de estos días nos ayuden a conocerte mejor y a imitar tus virtudes, ya que somos hijos tuyos y tú eres nuestro modelo.

         Que la flor de este día nos ayude a parecernos a ti y a querer con todo el corazón a tu Hijo Jesús. Amén.

Día 25º
MARÍA, MADRE DE LA IGLESIA

         Todos los cristianos sentimos un amor sincero y entusiasmado y un gran cariño a la Virgen María. Y la razón de este amor y este cariño por la Virgen es sencillamente porque es nuestra Madre del cielo.

         Una de las palabras más hermosas de nuestro diccionario es la palabra <<madre>>. La madre representa el compendio del amor, de la confianza, del aliento en todas las circunstancias de la vida. La presencia de una madre da siempre seguridad. María es Madre. Es la Madre de Jesús, nuestro Salvador. La Madre de Dios, como decíamos ayer.


        Y la Madre de Jesús es también nuestra Madre. La devoción popular siempre ha atribuido a la Virgen este hermoso título. El Papa Pablo VI, en la clausura de la tercera etapa del Concilio Vaticano II, hacía oficial este título con estas hermosas palabras: <<Para gloria de la Virgen y consuelo nuestro, proclamamos a María Santísima Madre de la Iglesia, es decir, Madre de todo el Pueblo de Dios, fieles y pastores que la llaman Madre amorosa, y queremos que desde ahora en adelante sea honrada e invocada por todo el pueblo cristiano con este gratísimo título>>.

         La Virgen María, por ser Madre de Cristo, lo es de todos los que, unidos por la fe, formamos con Él un solo cuerpo que es la Iglesia. Esta es la razón definitiva de la maternidad de María sobre todos nosotros. Por el sacramento del Bautismo entramos a formar parte del Pueblo de Dios que es la Iglesia. Y así, contamos con la ayuda valiosa de la Virgen María, Madre de la Iglesia.

         Que en estos días de mayo, al contemplar esa Imagen hermosa de la Virgen, pensemos que Ella es nuestra Madre y que desde el cielo nos escucha y nos atiende en todas nuestras necesidades. Y que vivamos conforme a los deseos de esta Madre del cielo, de esta Madre de la Iglesia, de esta Madre de todos nosotros.

Pedir la gracia que se desee este día. 
Rezar tres avemarías. 

ORACIÓN FINAL
PARA TODOS LOS DÍAS

         Madre nuestra, hemos contemplado tu figura, nos has llenado con tu mirada. Ayúdanos a vivir los deseos que han brotado en nuestro corazón al contemplar tu belleza espiritual. Que siguiendo tus huellas, un día podamos contemplarte por toda la eternidad en la casa de nuestro Padre Dios.

         Ponemos en tu presencia nuestras intenciones y deseos. Te pedimos por nuestras familias para que sean como tu familia en Nazaret en la que resplandecían los tesoros del amor, la paz, la comprensión y la ayuda mutua.
        
Bendice a nuestra parroquia, a nuestro pueblo de Calasparra y a todos sus habitantes. Que el trabajo de este día nos ayude a todos a colaborar con la obra creadora de nuestro Padre Dios. Que el mundo entero pueda vivir en paz y con el deseo de ayudarnos mutuamente.

Desde este tu altar sigue mirándonos a todos tus hijos y que con la alegría de haberte alabado en este día volvamos llenos de gozo a nuestro trabajo diario. Y que mañana volvamos a reunirnos bajo tu manto y tu mirada cariñosa. Amén.

ORACIÓN BENDITA SEA TU PUREZA

Bendita sea tu pureza y eternamente lo sea, pues todo un Dios se recrea en tan graciosa belleza; a Ti, celestial Princesa, Virgen sagrada María, te ofrezco desde este día alma, vida y corazón. ¡Mírame con compasión, no me dejes, Madre mía!

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