Ejercicio del Mes de las Flores - Día 1

Devoción ejercicio del Mes de las Flores 

Todos los años en el MES DE MAYO, las imágenes de Ntra. Sra. de la Esperanza nos visitan y permanecen en le Iglesia Parroquial de San Pedro Apóstol para vivir junto a ella el mes de las flores, eucaristías y celebraciones.

 Como todos sabéis este año no es posible por la crisis sanitaria tan grande que estamos viviendo. Así que aunque sea desde las redes sociales, podemos unirnos en oración a esta antigua devoción del ejercicio del MES DE LAS FLORES.

Desde la Mayordomía y la Parroquia os invitamos a pedir con cariño a nuestra Madre la Santísima Virgen de la Esperanza que nos ayude a todos a superar esta difícil situación y estemos unidos en la oración.  

 Esta devoción puede realizarse o bien por la mañana o por la tarde. Cada uno que la realice según el momento del día que más conveniente. 

CÁNTICO: «VENID Y VAMOS TODOS»

Venid y vamos todos con flores a porfía
con flores a María
que Madre nuestra es.

De nuevo aquí nos tienes purísima doncella
más que la luna bella postrados a tus pies.

A ofrecerte venimos flores del bajo suelo
con cuánto amor y anhelo Señora Tú lo ves.

ORACIÓN PARA TODOS LOS DÍAS

         Señora y Madre Nuestra de la Esperanza, venimos a tu presencia, al finalizar (comenzar)  este día del mes de las flores, a presentar delante de tu Imagen las flores de nuestro cariño.

         Deseamos que este día haya transcurrido (transcurra) todo él bendiciendo y alabando al Señor y realizando su voluntad bajo tu mirada.

         Ayúdanos tú, Virgen nuestra, a realizar estos nuestros deseos, ya que en tu vida siempre realizaste la voluntad de Dios. Tú sabes que somos débiles, pero contamos con tu ayuda valiosa.

         Al acercarnos a ti durante este mes de mayo, te pedimos, Madre nuestra, que las reflexiones de estos días nos ayuden a conocerte mejor y a imitar tus virtudes, ya que somos hijos tuyos y tú eres nuestro modelo.

         Que la flor de este día nos ayude a parecernos a ti y a querer con todo el corazón a tu Hijo Jesús. Amén.

Día 1º

MARÍA, MADRE NUESTRA

         El mes de mayo es el mes de las flores y es también el mes de María, la más bella flor que ha salido de las manos del Creador.

         Como buenos hijos queremos honrar a nuestra Madre del cielo en este mes de María. Todos los hijos queremos siempre manifestar nuestra gratitud y cariño a nuestras madres, porque honrar a una madre ennoblece al hijo. La palabra <<madre>> es una de las más bellas y emotivas de nuestro lenguaje. La madre es ternura, confianza, alegría, capaz de sufrir sin que las lágrimas afloren a sus ojos, capaz de dar la vida si fuere necesario. Es todo un corazón lleno de amor. Hasta Dios, creador de todas las maravillas de la creación, quiso tener una madre.

         María es doblemente Madre. Es la Madre de Dios. La Palabra de Dios se hizo carne en sus entrañas. Y es también Madre nuestra. En la persona de Juan Jesús nos la dejó por Madre al pie de la cruz.

         A lo largo de toda la historia del cristianismo María, como Madre, ha tenido una profunda influencia en el alma del cristiano. Nuestra vida cristiana no la concebimos sin la presencia e influencia de esta Madre. Nuestro amor a Jesús pasa por el corazón de su Madre.

         María, nuestra Madre, siempre ha sido algo muy necesario en nuestra vida. Todos sabemos como en la vida de una persona hay momentos difíciles, de gran sufrimiento, de angustias, de dudas, como los que estamos viviendo con ésta crisis sanitaria del Covid-19. El poder acudir a la ternura de una Madre, a la más sensible de todas las madres, que se hace sencilla en Nazaret, tierna en Belén y fuerte en el Calvario, es algo maravilloso. Por eso siempre acudimos a Ella.

         Que en este mes de mayo que hoy iniciamos con esta pandémia, honremos a esta Madre tan tierna y cariñosa, acudamos a Ella para demostrarle nuestra confianza de hijos y aprendamos a imitar los ejemplos de su vida.

Pedir la gracia que se desee este día. 
Rezar tres avemarías. 

ORACIÓN FINAL

PARA TODOS LOS DÍAS

         Madre nuestra, hemos contemplado tu figura, nos has llenado con tu mirada. Ayúdanos a vivir los deseos que han brotado en nuestro corazón al contemplar tu belleza espiritual. Que siguiendo tus huellas, un día podamos contemplarte por toda la eternidad en la casa de nuestro Padre Dios.

         Ponemos en tu presencia nuestras intenciones y deseos. Te pedimos por nuestras familias para que sean como tu familia en Nazaret en la que resplandecían los tesoros del amor, la paz, la comprensión y la ayuda mutua.

        

Bendice a nuestra parroquia, a nuestro pueblo de Calasparra y a todos sus habitantes. Que el trabajo de este día nos ayude a todos a colaborar con la obra creadora de nuestro Padre Dios. Que el mundo entero pueda vivir en paz y con el deseo de ayudarnos mutuamente.

Desde este tu altar sigue mirándonos a todos tus hijos y que con la alegría de haberte alabado en este día volvamos llenos de gozo a nuestro trabajo diario. Y que mañana volvamos a reunirnos bajo tu manto y tu mirada cariñosa. Amén.

ORACIÓN BENDITA SEA TU PUREZA

Bendita sea tu pureza y eternamente lo sea, pues todo un Dios se recrea en tan graciosa belleza; a Ti, celestial Princesa, Virgen sagrada María, te ofrezco desde este día alma, vida y corazón. ¡Mírame con compasión, no me dejes, Madre mía!