6 de octubre de 2015

FESTIVIDAD DE LA VIRGEN DEL SANTO ROSARIO

Mes de octubre mes del Santo Rosario
   
    Esta semana en el templo de la Merced contaremos con la imagen de la Santísima Virgen María del Santo Rosario que se encuentra durante el año en su capilla en el templo parroquial de San Pedro Apóstol en la capilla del Santísimo. 
   
    El miércoles día 7 celebramos su festividad. Recordamos que todos los días de la semana, de lunes a domingo, antes de la misa se reza el Santo Rosario en la iglesia de la Merced. La palabra Rosario significa ‘Corona de Rosas’. Nuestra Señora ha revelado a mucha gente que cada vez que ellos dicen un Ave María le dan una hermosa rosa y que cada Rosario completo hace una corona de rosas. 

    La rosa es la reina de las flores, así que el Rosario es la rosa de todas las devociones y por lo tanto es la más importante. El Santo Rosario es considerado como la oración perfecta porque junto con el esta aunada la majestuosa historia de nuestra salvación. 


    Con el rosario de hecho, meditamos los misterios de gozo, de dolor y de gloria de Jesús y María. Es una oración simple, humilde como María. Es una oración que podemos hacer con ella, la Madre de Dios. 


    Con el Ave María la invitamos a que rece por nosotros. Nuestra Señora siempre nos otorga lo que pedimos. Ella une su oración a la nuestra. Por lo tanto, ésta es más poderosa, porque María recibe lo que ella pide, Jesús nunca dice no a lo que su madre le pide. 


    En cada una de sus apariciones, la bendita Madre nos ha invitado a rezar el Rosario como una arma poderosa en contra del maligno, para traernos la verdadera paz. Tu oración en unión con la de la Virgen María, puedes obtener el regalo de la conversión y cambio de corazones. Cada día, puedes alejar de ti mismo y de tu casa, peligros y maldades. El Papa San Juan Pablo II firmó el 16 de octubre 2002 la Carta Apostólica «Rosarium Virginis Mariae», sobre el Rosario de la Virgen María, en la que introduce cinco nuevos misterios de la luz.  


    Con esta oración se invocará especialmente la paz amenazada en el mundo y en la familia. El Papa emérito Benedicto XVI nos dice Ángelus, Plaza de San Pedro, domingo 2 de octubre de 2005 Oremos con confianza sobre todo a la santísima Virgen María, a la que el próximo día 7 de octubre veneraremos con el título de Virgen del Rosario. 

    El mes de octubre está dedicado al santo rosario, singular oración contemplativa con la que, guiados por la Madre celestial del Señor, fijamos nuestra mirada en el rostro del Redentor, para ser configurados con su misterio de alegría, de luz, de dolor y de gloria. Esta antigua oración está experimentando un nuevo florecimiento providencial, también gracias al ejemplo y a la enseñanza del amado Papa Juan Pablo II. Os invito a releer su carta apostólica Rosarium Virginis Mariae y poner en práctica sus indicaciones en el ámbito personal, familiar y comunitario. A María le encomendamos los trabajos del Sínodo: que ella lleve a toda la Iglesia a una conciencia cada vez más clara de su misión al servicio del Redentor realmente presente en el sacramento de la Eucaristía.



Castelgandolfo, 5 de octubre de 2006 "El próximo sábado, 7 de octubre -dijo el Papa-, celebraremos la fiesta de Nuestra Señora del Rosario, y es como si, cada año, la Virgen nos invitase a descubrir de nuevo la belleza de esta oración, sencilla y profunda". Después, recordó que Juan Pablo II fue "un gran apóstol del Rosario" y mencionó la carta apostólica "Rosarium Virginis Mariae", que dedicó a esta oración. "El Rosario -prosiguió- es una oración contemplativa y cristocéntrica, inseparable de la meditación de la Sagrada Escritura. Es la plegaria del cristiano que avanza en la peregrinación de la fe, siguiendo a Jesús, precedido por María". 

    El Papa invitó a todos a rezar este mes el Rosario "en familia, en las comunidades y en las parroquias por las intenciones del Papa, por la misión de la Iglesia y por la paz en el mundo". Papa Francisco nos dice: El rosario me ayuda a relajarme Ya se sabe cómo quiere el Papa a María. Su vinculación con el Rosario no es ningún secreto: el pasado mes de marzo, con motivo del primer aniversario de su pontificado, monseñor Alfred Xuereb, entonces su secretario personal, hablaba de ello ante los micrófonos de Radio Vaticano. “¡El Papa no pierde un minuto! Trabaja incansablemente –explicó-. Y cuando necesita hacer una pequeña pausa, no cierra sus ojos sin hacer nada: se sienta y reza su rosario. Creo que reza tres al día. Él me ha dicho: “Esto me ayuda a relajarme”. Después retoma el trabajo”.