A las 19:00h celebrábamos una Solemne Eucaristía en el Templo de San Pedro Apóstol, presidida por nuestro párroco, Rvdo. Sr. D. José Manuel Martínez Rosique. A su término nos tenía preparada una enorme sorpresa, y era que en el Templo de San Pedro Apóstol se ha vuelto a recuperar el expositor para el Santísimo que se encontraba ubicado en el Altar Mayor, muchos de los allí presentes se quedaron muy sorprendidos puesto que no conocían ni siquiera la existencia del mismo.
Sobre las 20:00h partía desde dicho Templo hasta la Iglesia de Ntra. Sra. de la Merced una Solemne Procesión, donde desde los niños que se preparan para su Primera Comunión, los que han hecho este pasado mes de mayo su Primera Comunión, los jóvenes catecúmenos que se preparan para recibir el Sacramento de la Confirmación, el coro parroquial, el pueblo de Dios, Hermanas Franciscanas de los Sagrados Corazones de Calasparra, Autoridades Religiosas, Vicepresidente del Consejo Parroquial de Pastoral, D. Francisco Gómez Alcázar, Presidenta de la Mayordomía, Dña. Fulgencia Sánchez Ruiz, Presidente del Consejo Consultor, D. Rafael del Cerro Guerrero, Presidente de la Hermandad de los Santos, D. Juan Antonio García Juárez, Tesorero de Cáritas Parroquial, D. Pedro Martínez Martínez, Presidente de la Cofradía de la Samaritana, D. German Ricardo Carmona Carmona, Presidente de la Cofradía de Ntro. Padre Jesús Nazareno, D. Martín Moya Sánchez, el Presidente de la Cofradía del Ecce-Homo, D. Luis Escavy Escavy y la secretaria de la Gestora de Ilustre y Venerable Archicofradia de la Sangre de Cristo y la Vera Cruz, Dña. Laura Hervás Sánchez, así como las autoridades civiles, la juez de paz, Dña. Antonia Moya del Amor, un concejal del equipo de gobierno, Dña. Teresa García Sánchez, tres concejales de la oposición, Dña. Catalina Moya Ródenas, D. Jesús Alajarín Cascales y D. Patricio Ros Polo.
Desde aquí a agradecer a todos los que participaron en esta festividad, desde los miembros del grupo de liturgia que organizaron y prepararon los dos templos mediante su decoración digna para recibir al Santísimo Sacramento del Altar y la celebración eucarística, así como todos los fieles que prepararon altares durante todo el recorrido de la procesión, a todos los fieles, desde niños, jóvenes y adultos que participaron en dicha procesión, a las Hermanas Franciscanas por su colaboración y participación, así como a las autoridades tanto religiosas como civiles que respondieron a nuestra invitación con su asistencia.