9 de mayo de 2020

Ejercicio del Mes de las Flores - Día 9

Devoción ejercicio del Mes de las Flores 


Esta devoción puede realizarse o bien por la mañana o por la tarde. Cada uno que la realice según el momento del día más conveniente. 

CÁNTICO: «VENID Y VAMOS TODOS»
Venid y vamos todos con flores a porfía
con flores a María
que Madre nuestra es.

De nuevo aquí nos tienes purísima doncella
más que la luna bella postrados a tus pies.


A ofrecerte venimos flores del bajo suelo
con cuánto amor y anhelo Señora Tú lo ves.


ORACIÓN PARA TODOS LOS DÍAS

         Señora y Madre Nuestra de la Esperanza, venimos a tu presencia, al finalizar (comenzar)  este día del mes de las flores, a presentar delante de tu Imagen las flores de nuestro cariño.

         Deseamos que este día haya transcurrido (transcurra) todo él bendiciendo y alabando al Señor y realizando su voluntad bajo tu mirada.

         Ayúdanos tú, Virgen nuestra, a realizar estos nuestros deseos, ya que en tu vida siempre realizaste la voluntad de Dios. Tú sabes que somos débiles, pero contamos con tu ayuda valiosa.

         Al acercarnos a ti durante este mes de mayo, te pedimos, Madre nuestra, que las reflexiones de estos días nos ayuden a conocerte mejor y a imitar tus virtudes, ya que somos hijos tuyos y tú eres nuestro modelo.

         Que la flor de este día nos ayude a parecernos a ti y a querer con todo el corazón a tu Hijo Jesús. Amén.

Día 9º
MARÍA, VIRGEN OFERENTE

         A veces queremos regalarle a la Virgen lo más bello y hermoso que nos ofrece nuestra tierra. En este mes de mayo, mes de las flores, ponemos en su altar las más hermosas rosas, gladiolos, margaritas, tulipanes, orquídeas y los nardos más olorosos. Lo más bello, para la Madre.

         María, espejo para nuestra vida, también nos brinda un ejemplo en esto. María fue también al Templo de Jerusalén portando la más bella flor que haya existido en la humanidad, su hijo Jesús que se hizo carne en su corazón, para ofrecerlo al Padre Dios. Acompañada de su esposo José, a los cuarenta días del nacimiento de Jesús, participó en la ofrenda más sencilla e importante que se haya realizado portando en sus brazos la Flor más linda de todas para ofrecerlo al Padre, llevando un par de tórtolas o pichones. El anciano Simeón recibió esa bella Flor en sus brazos y dijo que ya sus ojos se podían cerrar porque habían contemplado al Salvador de los hombres, la Luz de todas las naciones y la gloria del pueblo de Israel.

         Hay otra escena en la vida de María, quizá la más emocionante de toda su existencia, en la que aparece como la mujer oferente por antonomasia. Fue la escena del Calvario. María al pie de la cruz está ofreciendo al Padre la Flor desgajada y triturada en la cruz para la salvación de todos los hombres. El Padre acepta esta ofrenda y por ella todos hemos obtenido la salvación.

         Que María, la Virgen oferente, la que sabe ofrecer lo mejor de su persona y de su vida a Dios, nos enseñe a ofrecer a este Dios amoroso y a los demás lo mejor de nosotros mismos. Y que estas flores tan bellas, que ofrecemos a la Virgen, sean el signo de nuestra ofrenda al Señor de todo lo noble y hermoso que hay en nuestra vida.

Pedir la gracia que se desee este día. 
Rezar tres avemarías. 


ORACIÓN FINAL
PARA TODOS LOS DÍAS

         Madre nuestra, hemos contemplado tu figura, nos has llenado con tu mirada. Ayúdanos a vivir los deseos que han brotado en nuestro corazón al contemplar tu belleza espiritual. Que siguiendo tus huellas, un día podamos contemplarte por toda la eternidad en la casa de nuestro Padre Dios.

         Ponemos en tu presencia nuestras intenciones y deseos. Te pedimos por nuestras familias para que sean como tu familia en Nazaret en la que resplandecían los tesoros del amor, la paz, la comprensión y la ayuda mutua.
        
Bendice a nuestra parroquia, a nuestro pueblo de Calasparra y a todos sus habitantes. Que el trabajo de este día nos ayude a todos a colaborar con la obra creadora de nuestro Padre Dios. Que el mundo entero pueda vivir en paz y con el deseo de ayudarnos mutuamente.

Desde este tu altar sigue mirándonos a todos tus hijos y que con la alegría de haberte alabado en este día volvamos llenos de gozo a nuestro trabajo diario. Y que mañana volvamos a reunirnos bajo tu manto y tu mirada cariñosa. Amén.


ORACIÓN BENDITA SEA TU PUREZA

Bendita sea tu pureza y eternamente lo sea, pues todo un Dios se recrea en tan graciosa belleza; a Ti, celestial Princesa, Virgen sagrada María, te ofrezco desde este día alma, vida y corazón. ¡Mírame con compasión, no me dejes, Madre mía!






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