8 de mayo de 2020

Ejercicio del Mes de las Flores - Día 8

Devoción ejercicio del Mes de las Flores 


Esta devoción puede realizarse o bien por la mañana o por la tarde. Cada uno que la realice según el momento del día más conveniente. 

CÁNTICO: «VENID Y VAMOS TODOS»
Venid y vamos todos con flores a porfía
con flores a María
que Madre nuestra es.

De nuevo aquí nos tienes purísima doncella
más que la luna bella postrados a tus pies.


A ofrecerte venimos flores del bajo suelo
con cuánto amor y anhelo Señora Tú lo ves.


ORACIÓN PARA TODOS LOS DÍAS

         Señora y Madre Nuestra de la Esperanza, venimos a tu presencia, al finalizar (comenzar)  este día del mes de las flores, a presentar delante de tu Imagen las flores de nuestro cariño.

         Deseamos que este día haya transcurrido (transcurra) todo él bendiciendo y alabando al Señor y realizando su voluntad bajo tu mirada.

         Ayúdanos tú, Virgen nuestra, a realizar estos nuestros deseos, ya que en tu vida siempre realizaste la voluntad de Dios. Tú sabes que somos débiles, pero contamos con tu ayuda valiosa.

         Al acercarnos a ti durante este mes de mayo, te pedimos, Madre nuestra, que las reflexiones de estos días nos ayuden a conocerte mejor y a imitar tus virtudes, ya que somos hijos tuyos y tú eres nuestro modelo.

         Que la flor de este día nos ayude a parecernos a ti y a querer con todo el corazón a tu Hijo Jesús. Amén.

Día 8º
MARÍA, VIRGEN CREYENTE

         En este mes de mayo ponemos nuestros ojos en esta bendita Madre del cielo y le pedimos muchas cosas que necesitamos en la vida. Y un regalo maravilloso es la fe. Y nada mejor nos puede regalar la Madre que un poco más de fe. Esa luz brillante que ilumina toda nuestra vida.

         La actitud fundamental del cristiano en sus relaciones con Dios es la fe. La fe como acogida y aceptación de la Palabra de Dios, la fe como abandono confiado en los brazos del Padre Dios que nos ama y nos da lo mejor, la fe como creencia que busca traducirse en buenas obras.

         A lo largo de toda la historia de la salvación han habido muchos testigos de la fe. Muchos creyentes cuyas vidas han sido un fuerte testimonio de la acción salvadora de Dios.

         Pero ningún testimonio tan hermoso y tan cercano como el de María, que supo, como nadie, confesar y proclamar que todo lo que había en ella era gracia y bendición de Dios. Por eso es la mujer creyente. Y entre los muchos ejemplos que nos brinda a todos uno muy destacado es su fe viva.

         Cuando María visita a su prima Isabel en las montañas de Judá, oirá de labios de su prima este bello elogio: "Dichosa tú que has creído, porque lo que te ha dicho el Señor se cumplirá". María en vez de complacerse en el elogio de Isabel que alaba su fe, levanta su corazón a Dios y, movida por el Espíritu Santo, da gracias y bendice al Señor con este canto tan hermoso del "Magníficat".

         Que en estos días de mayo en honor de la Virgen, se acreciente y vivamos mejor la fe en nuestro Padre Dios y en su Hijo Jesús nuestro Salvador.    

Pedir la gracia que se desee este día. 
Rezar tres avemarías. 


ORACIÓN FINAL
PARA TODOS LOS DÍAS

         Madre nuestra, hemos contemplado tu figura, nos has llenado con tu mirada. Ayúdanos a vivir los deseos que han brotado en nuestro corazón al contemplar tu belleza espiritual. Que siguiendo tus huellas, un día podamos contemplarte por toda la eternidad en la casa de nuestro Padre Dios.

         Ponemos en tu presencia nuestras intenciones y deseos. Te pedimos por nuestras familias para que sean como tu familia en Nazaret en la que resplandecían los tesoros del amor, la paz, la comprensión y la ayuda mutua.
        
Bendice a nuestra parroquia, a nuestro pueblo de Calasparra y a todos sus habitantes. Que el trabajo de este día nos ayude a todos a colaborar con la obra creadora de nuestro Padre Dios. Que el mundo entero pueda vivir en paz y con el deseo de ayudarnos mutuamente.

Desde este tu altar sigue mirándonos a todos tus hijos y que con la alegría de haberte alabado en este día volvamos llenos de gozo a nuestro trabajo diario. Y que mañana volvamos a reunirnos bajo tu manto y tu mirada cariñosa. Amén.


ORACIÓN BENDITA SEA TU PUREZA

Bendita sea tu pureza y eternamente lo sea, pues todo un Dios se recrea en tan graciosa belleza; a Ti, celestial Princesa, Virgen sagrada María, te ofrezco desde este día alma, vida y corazón. ¡Mírame con compasión, no me dejes, Madre mía!














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