20 de mayo de 2020

Ejercicio del Mes de las Flores - Día 20

Devoción Ejercicio del Mes de las Flores 

Esta devoción puede realizarse o bien por la mañana o por la tarde. Cada uno que la realice según el momento del día más conveniente. 

CÁNTICO: «VENID Y VAMOS TODOS»
Venid y vamos todos con flores a porfía
con flores a María
que Madre nuestra es.

De nuevo aquí nos tienes purísima doncella
más que la luna bella postrados a tus pies.


A ofrecerte venimos flores del bajo suelo
con cuánto amor y anhelo Señora Tú lo ves.


ORACIÓN PARA TODOS LOS DÍAS

         Señora y Madre Nuestra de la Esperanza, venimos a tu presencia, al finalizar (comenzar)  este día del mes de las flores, a presentar delante de tu Imagen las flores de nuestro cariño.

         Deseamos que este día haya transcurrido (transcurra) todo él bendiciendo y alabando al Señor y realizando su voluntad bajo tu mirada.

         Ayúdanos tú, Virgen nuestra, a realizar estos nuestros deseos, ya que en tu vida siempre realizaste la voluntad de Dios. Tú sabes que somos débiles, pero contamos con tu ayuda valiosa.

         Al acercarnos a ti durante este mes de mayo, te pedimos, Madre nuestra, que las reflexiones de estos días nos ayuden a conocerte mejor y a imitar tus virtudes, ya que somos hijos tuyos y tú eres nuestro modelo.

         Que la flor de este día nos ayude a parecernos a ti y a querer con todo el corazón a tu Hijo Jesús. Amén.

Día 20º
MARÍA, CAUSA DE NUESTRA ALEGRÍA

         La alegría es uno de los sentimientos más deseados en la vida por la persona humana. Todos desean ser felices. La alegría brota de la confluencia de varias condiciones: sentir seguridad, confianza, optimismo, satisfacción del deber cumplido, armonía con uno mismo, con Dios y con los hermanos.

        María es la mujer feliz. La mujer llena de alegría. No solamente porque hacía en toda su vida la voluntad del Señor, que es lo que llena en verdad de alegría nuestro corazón, sino porque veía que la vida era hermosa porque estaba llena de la presencia de Dios. Hay multitud de ocasiones en que Ella misma confiesa la alegría de su corazón. <<Se alegra mi espíritu en Dios mi Salvador>>, dirá en la visita a su prima Isabel. Y ya antes el ángel le había saludado con estas palabras: <<Alégrate, llena de gracia>>.

 Podemos imaginar un rostro radiante de alegría cuando la Virgen contempla el rostro del niño recién nacido en Belén, sabiendo que estaba contemplando el rostro de Dios. Y en tantas y tantas ocasiones de su vida. María es ese ejemplo para nosotros de saber vivir con alegría.

         Pero de la Virgen no sólo decimos que es una mujer alegre. Decimos más. Decimos que es <<causa de nuestra alegría>>. Así lo repetimos en una de las jaculatorias de las letanías. María es la que nos trae a Jesús y con Jesús viene la alegría a toda la humanidad porque realiza la obra maravillosa de la salvación. Con Jesús al hombre se le abren los caminos que le conducen al Padre. Puede vivir la intimidad con el Dios que es amor. Y no hay alegría ni felicidad más grande que el sentirnos amados por este Padre Dios.

         Que María, mujer feliz y causa de nuestra alegría, nos contagie con su alegría y nos haga vivir de esta manera.

Pedir la gracia que se desee este día. 
Rezar tres avemarías. 

ORACIÓN FINAL
PARA TODOS LOS DÍAS

         Madre nuestra, hemos contemplado tu figura, nos has llenado con tu mirada. Ayúdanos a vivir los deseos que han brotado en nuestro corazón al contemplar tu belleza espiritual. Que siguiendo tus huellas, un día podamos contemplarte por toda la eternidad en la casa de nuestro Padre Dios.

         Ponemos en tu presencia nuestras intenciones y deseos. Te pedimos por nuestras familias para que sean como tu familia en Nazaret en la que resplandecían los tesoros del amor, la paz, la comprensión y la ayuda mutua.
        
Bendice a nuestra parroquia, a nuestro pueblo de Calasparra y a todos sus habitantes. Que el trabajo de este día nos ayude a todos a colaborar con la obra creadora de nuestro Padre Dios. Que el mundo entero pueda vivir en paz y con el deseo de ayudarnos mutuamente.

Desde este tu altar sigue mirándonos a todos tus hijos y que con la alegría de haberte alabado en este día volvamos llenos de gozo a nuestro trabajo diario. Y que mañana volvamos a reunirnos bajo tu manto y tu mirada cariñosa. Amén.

ORACIÓN BENDITA SEA TU PUREZA

Bendita sea tu pureza y eternamente lo sea, pues todo un Dios se recrea en tan graciosa belleza; a Ti, celestial Princesa, Virgen sagrada María, te ofrezco desde este día alma, vida y corazón. ¡Mírame con compasión, no me dejes, Madre mía!











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