16 de mayo de 2020

Ejercicio del Mes de las Flores - Día 16

      Devoción ejercicio del Mes de las Flores 

Esta devoción puede realizarse o bien por la mañana o por la tarde. Cada uno que la realice según el momento del día más conveniente. 

CÁNTICO: «VENID Y VAMOS TODOS»
Venid y vamos todos con flores a porfía
con flores a María
que Madre nuestra es.

De nuevo aquí nos tienes purísima doncella
más que la luna bella postrados a tus pies.


A ofrecerte venimos flores del bajo suelo
con cuánto amor y anhelo Señora Tú lo ves.


ORACIÓN PARA TODOS LOS DÍAS

         Señora y Madre Nuestra de la Esperanza, venimos a tu presencia, al finalizar (comenzar)  este día del mes de las flores, a presentar delante de tu Imagen las flores de nuestro cariño.

         Deseamos que este día haya transcurrido (transcurra) todo él bendiciendo y alabando al Señor y realizando su voluntad bajo tu mirada.

         Ayúdanos tú, Virgen nuestra, a realizar estos nuestros deseos, ya que en tu vida siempre realizaste la voluntad de Dios. Tú sabes que somos débiles, pero contamos con tu ayuda valiosa.

         Al acercarnos a ti durante este mes de mayo, te pedimos, Madre nuestra, que las reflexiones de estos días nos ayuden a conocerte mejor y a imitar tus virtudes, ya que somos hijos tuyos y tú eres nuestro modelo.

         Que la flor de este día nos ayude a parecernos a ti y a querer con todo el corazón a tu Hijo Jesús. Amén.

Día 16º
MARÍA, SIEMPRE VIRGEN

         Cuando nos dirigimos a la Virgen María, la Madre de Jesús, en nuestro lenguaje popular, lo hacemos siempre con esta palabra: la Virgen. Ninguna palabra evoca tanto para un cristiano como la palabra la Virgen. Es la manera más popular y sencilla para dirigirnos a la Madre del Cielo.

         Decimos que María, la Madre de Jesús, es la Virgen y lo decimos con toda propiedad. Porque María siempre ha sido Virgen, incluso siendo Madre. Es la única criatura que ha podido ostentar unidos estos dos títulos honrosos: Virgen y Madre.

         Aunque haya algunos que nieguen la virginidad de María, es de las verdades más evidentes de nuestra fe. En los Evangelios se dice claramente de María "que estaba desposada con José y, antes de vivir juntos, resultó que esperaba un hijo por obra del Espíritu Santo". Cuando el ángel se le aparece en sueños a José, lo tranquiliza diciéndole: "La criatura que hay en ella, viene del Espíritu Santo. Dará a luz un hijo y le pondrás por nombre Jesús, porque Él salvará a su pueblo de los pecados".

Ya en los primeros años de la Iglesia, todos los cristianos confiesan esta fe de la virginidad de María. En el año 553 el Concilio de Constantinopla aplica a María el título glorioso de "siempre Virgen". Y hoy seguimos diciendo en el Credo: "Creo en Jesucristo que se encarnó de María, la Virgen".


         María dirá en el canto del Magníficat: "El Señor ha hecho en mi maravillas". Una de estas maravillas es el ser siempre Virgen. Que con este cariñoso apelativo sigamos nosotros nombrando a nuestra Madre: "Nuestra Virgen". Y que Ella con su limpieza y hermosura nos consiga todo lo bello y limpio para nosotros sus hijos.

Pedir la gracia que se desee este día. 
Rezar tres avemarías. 

ORACIÓN FINAL
PARA TODOS LOS DÍAS

         Madre nuestra, hemos contemplado tu figura, nos has llenado con tu mirada. Ayúdanos a vivir los deseos que han brotado en nuestro corazón al contemplar tu belleza espiritual. Que siguiendo tus huellas, un día podamos contemplarte por toda la eternidad en la casa de nuestro Padre Dios.

         Ponemos en tu presencia nuestras intenciones y deseos. Te pedimos por nuestras familias para que sean como tu familia en Nazaret en la que resplandecían los tesoros del amor, la paz, la comprensión y la ayuda mutua.
        
Bendice a nuestra parroquia, a nuestro pueblo de Calasparra y a todos sus habitantes. Que el trabajo de este día nos ayude a todos a colaborar con la obra creadora de nuestro Padre Dios. Que el mundo entero pueda vivir en paz y con el deseo de ayudarnos mutuamente.

Desde este tu altar sigue mirándonos a todos tus hijos y que con la alegría de haberte alabado en este día volvamos llenos de gozo a nuestro trabajo diario. Y que mañana volvamos a reunirnos bajo tu manto y tu mirada cariñosa. Amén.

ORACIÓN BENDITA SEA TU PUREZA

Bendita sea tu pureza y eternamente lo sea, pues todo un Dios se recrea en tan graciosa belleza; a Ti, celestial Princesa, Virgen sagrada María, te ofrezco desde este día alma, vida y corazón. ¡Mírame con compasión, no me dejes, Madre mía!




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