Después de la misa, el Párroco, regalará a cada persona que asista, sea adulto, joven, niño o bebe una medalla bendecida de la Virgen de la Medalla Milagrosa, como ya hiciera el año pasado.
Desde aquí queremos explicaros algo más sobre la Virgen de la Medalla Milagrosa:

Las apariciones de la Virgen María a sor Catalina fueron 3:
1) LA PRIMERA APARICIÓN
Fue la noche del 18 al 19 de julio de 1830. El ángel custodio, despertó y guió a sor Catalina hacia la capilla, donde se encontró con la Virgen María, quien la nombró su embajadora para Gloria de Dios. La Virgen le habló de los males del mundo, de la renovación de las Hijas de la Caridad y de la Eucaristía, como fuente de todas las gracias. “Venid al pie del altar. Aquí se os darán todas las gracias si lo pedís con confianza”.
2) LA SEGUNDA

3) LA TERCERA
En una tarde de diciembre de 1830 durante la oración en la capilla a las 17:30 de la tarde, Catalina escuchó el suave roce de un vestido de seda. La Santísima Virgen se presentó en el altar. Ella le dijo: “Ya no me veras más”. Fue la última aparición.
Catalina confió todo al Padre Aladel que era su confesor y guía espiritual. Y pasó el resto de su vida, 46 años más, al servicio humilde y silencioso de los pobres: ancianos del hospicio, miserables de barrios, heridos de las revoluciones y las guerras.
La Virgen María quiso entregar a sus hijos el escudo de la fe en la Medalla de la Inmaculada, que el pueblo ha bautizado con el nombre de “Medalla Milagrosa”, por los muchos milagros y conversiones que ha realizado.
“Propagad la Medalla”. Es la consigna de Santa Catalina mientras vivió.
En junio de 1832 empieza la distribución de las primeras medallas en París, autorizado por el Arzobispo de París Monseñor De Quelen.
Antes de terminar el siglo XIX se habían distribuido más de mil millones de medallas. La medalla de la Virgen se ha extendido en todos los continentes.
Esta es la única Medalla en el mundo, diseñada por la Santísima Virgen María.