El pasado sábado se realizó en la placeta de la puerta de la Iglesia de la Merced la tradicional Bendición de Animales con motivo de la fiesta de San Antonio Abad, san Antón.
Se acordó hacerlo el sábado mas cercano a su festividad el 17 de enero.
Fotos de la celebración.
Oración a San Antonio Abad
Cada 17 de enero, San Antón da la bendición a todo tipo de animales: perros, gatos, pájaros, roedores… que, engalanados, se acercan con sus dueños a recibirla.
Para las personas que llevan a sus animales, este hecho es muy importante, ya que la bendición los protege contra las enfermedades durante todo el año. Es una garantía de salud y bienestar.
Así empieza la plegaria a San Antonio para pedir por los animales…
“Señor Celestial, Padre Creador de todas las cosas,
hoy quiero pedir tu misericordia y compasión para mi mascota,
y por mediación de san Antonio Abad,
llamado también san Antón, el gran protector de los animales,
que tanto amor tuvo por estas criaturas,
te ruego que no lo abandones nunca;
concédele salud, que no sufra ni padezca,
que no esté triste, que no le falten las fuerzas,
que no sienta dolor ni angustia,
que no se sienta solo ni abandonado
y que siempre tenga a su lado alguien que le cuide con amor”.
hoy quiero pedir tu misericordia y compasión para mi mascota,
y por mediación de san Antonio Abad,
llamado también san Antón, el gran protector de los animales,
que tanto amor tuvo por estas criaturas,
te ruego que no lo abandones nunca;
concédele salud, que no sufra ni padezca,
que no esté triste, que no le falten las fuerzas,
que no sienta dolor ni angustia,
que no se sienta solo ni abandonado
y que siempre tenga a su lado alguien que le cuide con amor”.
Como veis, todo un alegato de amor y respeto a los animales, inspirado en el legado de un hombre que lo dejó todo para dedicarse en cuerpo y alma a la búsqueda de la paz espiritual.
Pero, realmente, los conocimientos que solemos tener los ciudadanos de a pie, ¿le hacen justicia al personaje?
¿Quién fue realmente? ¿Por qué es el patrón de los animales? ¿De dónde arranca la tradición? ¿Dónde se celebra?
Pincelada histórica sobre San Antón
San Atanasio nos lo presenta en su obra como un hombre que se desarrolló en santidad y se convirtió en un ejemplo de piedad cristiana; dejó familia y bienes para vivir como ermitaño y atendió a diversas comunidades monacales en Egipto.
A caballo entre la historia y la leyenda, la solitaria pero apasionante vida de San Antonio Abad se merece toda nuestra atención:
San Antón, conocido también como San Antonio Abad, fue un eremita egipcio que nació en Heracleópolis Magna, en el año 251 d. C. y murió en el 356 d. C., en Monte Colzim.
Hijo de una familia acomodada, se quedó huérfano a los veinte años, vendió todos sus bienes, entregó el dinero a los necesitados y se fue a vivir a una aldea local, durmiendo en una cueva sepulcral y llevando una vida totalmente austera. Se cuenta que en este lugar tuvo varios episodios con demonios, en forma de bestias salvajes, con los que se batió a muerte.
A los 35 años, cruzó el Nilo y se retiró al monte Pispir, donde vivió durante 20 años en total soledad. En esa etapa, se alimentó gracias a la ayuda de las personas que le lanzaban comida por encima del muro de su refugio. Pronto le salió un grupo de discípulos, que se establecieron en cuevas y cabañas cercanas, formando una incipiente colonia de ascetas, que lo tomaron como modelo.
San Antón fue un gran amante de los animales, al que se le representa vestido con su hábito de monje y un cerdo a sus pies.
“San Antón fue un monje cristiano, fundador del movimiento eremítico. Los eremitas eran personas que elegían vivir en soledad, lejos de los vínculos sociales y de los placeres mundanos”
¿Por qué San Antonio Abad es el patrón de los animales?
El patrocinio tiene su germen en su etapa de austeridad, cuando, tal y como se cuenta, el eremita encontró la sabiduría en la observación de los animales y halló el amor divino en la contemplación de la naturaleza.
En reconocimiento por ambas revelaciones, San Antonio empezó a bendecir a los animales y las plantas. A su muerte, muchos ganaderos lo tomaron como protector y patrón de sus animales.
Cuenta la leyenda que, en cierta ocasión, se acercó a una jabalina y curó a sus jabatos, que padecían ceguera. La jabalina, agradecida, se quedó junto a San Antón para protegerlo de los animales salvajes. Este es el motivo por el que se le representa con el hábito de monje, una cruz en forma de tau y un cerdo a sus pies.
Se cree que San Antón vivió hasta los 105 años, gracias a una frugal alimentación y por compartir su vida con animales de compañía.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Gracias por tu participación.