Estimados amigos:
Desde este medio quiero felicitaros en esta navidad y desearos un Feliz Año 2016, cargado de ilusión y deseos de ser mejores.
Ya es mi segunda navidad con vosotros y quiero seguir madurando y creciendo en la Fe con cada uno de vosotros y con todos los fieles de este pueblo de Dios. Ya sabemos que solos no podemos, necesitamos siempre la ayuda de Aquel que nació en un portal de Belén, hace más de dos mil años y que constantemente sigue en medio de cada uno de nosotros, de nuestras familias, de nuestro pueblo de Calasparra y nuestra sociedad.
Desde este medio quiero felicitaros en esta navidad y desearos un Feliz Año 2016, cargado de ilusión y deseos de ser mejores.
Ya es mi segunda navidad con vosotros y quiero seguir madurando y creciendo en la Fe con cada uno de vosotros y con todos los fieles de este pueblo de Dios. Ya sabemos que solos no podemos, necesitamos siempre la ayuda de Aquel que nació en un portal de Belén, hace más de dos mil años y que constantemente sigue en medio de cada uno de nosotros, de nuestras familias, de nuestro pueblo de Calasparra y nuestra sociedad.
Celebramos que nos ha nacido un Niño, el Enmanuel, el Dios con nosotros, que debe estar en el centro de nuestro corazón y de nuestras vidas y que haciéndose pobre, humilde, sale al encuentro del hombre; que acampó entre nosotros y sigue estando con cada hombre, con cada mujer, que le busca y peregrina hacia Él.
Si uno es creyente, la fe le invita estos días a descubrir ese misterio, no en un país extraño e inaccesible, sino en un niño recién nacido. Así de simple y de increíble.
Hemos de acercarnos a Dios como nos acercamos a un niño: de manera suave y sin ruidos; sin discursos solemnes, con palabras sencillas nacidas del corazón. Nos encontramos con Dios cuando le abrimos lo mejor que hay en nosotros.
Que la familia de Nazaret: Jesús, José y María nos ayuden a construir un mundo mejor, una sociedad y una familia que busque en todo momento la paz, la solidaridad, la generosidad, el diálogo, el perdón y el amor.
Deseamos que el Dios de la paz, este año en el que celebramos el Jubileo de la Misericordia, nos conceda ser con los demás misericordiosos y saber ayudarles, además le pedimos que la salud y que nuestra fe cada día vaya fortaleciéndose con el darnos y el entregarnos unos a otros.
Un abrazo para todos.
FELIZ NACIMIENTO DE NUESTRO SEÑOR JESUCRISTO Y
FELIZ AÑO NUEVO 2016.
José Manuel Martínez Rosique